La mayor parte de alarmas alimentarias falsas provienen de las redes sociales. Es muy fácil propagar una noticia en redes sociales y cuanto más llamativa sea, más fácil. Si una noticia exagera sobre lo malo que es un alimento, a las pocas horas puede convertirse en todo un bulo que la gente ha compartido en su muro de Facebook o en Twitter.
Se tiende a creer todo lo que se publica en redes sociales o noticias online, sobre todo si la misma información en varios sitios o compartidos de redes sociales. Por lo tanto, hay que buscar la fuente original de esa información, quién se ha pronunciado en primera instancia sobre eso.
Una alarma alimentaria real es comunicada por los organismos oficiales.
La clave para saber si una alarma alimentaria debe o no preocuparnos es cuando la alerta provenga de un organismo oficial como el Ministerio de Salud, Ministerio de Agricultura, Alimentación o Medio Ambiente, RENAPRA (La Red Nacional de Protección de Alimentos), ASSAl (Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria) en el caso de la provincia de Santa Fe, etc; aquí la información va a ser lo más estricta posible.
